10. La Participacion Escolar
En esta entrada se nos pide hacer
una reflexión acerca de la participación en el ámbito escolar, teniendo como
base el informe redactado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz en septiembre
de 2011 además de crear una propuesta innovadora para fomentarla.
Para empezar, quiero indicar que me ha resultado muy llamativo que
la participación escolar este regulada por ley (Art. 8 de la Ley Orgánica
8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación) : “A fin de estimular el ejercicio efectivo de
la participación de los alumnos en los centros educativos y facilitar su
derecho de reunión, los centros educativos establecerán, al elaborar sus normas
de organización y funcionamiento, las condiciones en las que sus Alumnos pueden
ejercer este derecho” cuando debería ser una práctica cotidiana y esencial
para que el desarrollo de las clases fuera más dinámico e interesante.
De la lectura del informe quiero
señalar la simplicidad en que redacta los cinco niveles de trabajo para
fomentar la participación escolar.
Uno de los puntos con los que
estoy más a favor es con promover y fomentar la empatía y el respeto de la
opinión del compañero, algo que debería enseñarse desde las etapas más
tempranas cuando los alumnos aun no tienen prejuicios adquiridos. La
participación escolar en las enseñanzas más tempranas es a mi juicio muy alta y
será cuestión por tanto de trabajar para que continúe a las etapas posteriores.
Se me ocurren dos ideas para fomentar
por tanto la participación en clase una vez que estos prejuicios ya han sido desarrollados.
Así se puede establecer un sistema de positivos tanto para el alumno que
participe voluntariamente como para el resto de los compañeros que aporten
detalles extra o correcciones sobre la exposición, de esta manera el voluntario
se vera motivado por la obtención de su recompensa, pero en la misma medida no tendrá
miedo a equivocarse, pues serán sus propios compañeros participaran en mejorar
la solución propuesta.
Como segunda actividad seria la realización
de clases de baile fuera del entorno escolar con la participación de los
alumnos y los padres, para ayudar a olvidar la vergüenza que caracteriza a los alumnos.
Así desde un entorno no evaluable se establecerán nexos que facilitarán posteriormente
la comunicación dentro de las aulas.
No obstante, se que es un tema
controvertido y como ya he comentado al principio, para mí, la mejor solución pasaría
por conservar esa participación que de manera inocente tienen nuestros alumnos
de preescolar.
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